Irse de vacaciones es algo que requiere buena preparación si queremos sacar el mayor provecho a nuestro tiempo con la menor cantidad de problemas posibles. Cuando agregamos un bebé a la ecuación, puede parecer algo bastante complicado y abrumador, pero no tiene por qué serlo si te aseguras de estar preparado bien preparado y tener todo lo que necesitas, sin tampoco exagerar y poner en la maleta más de lo necesario.
Una de las partes que más incertidumbre produce en los padres que van a viajar con sus bebés son los aviones. Estás en un espacio cerrado, confinado a uno o dos asientos dependiendo de con cuánta gente viajes y muchas horas por delante que parecen toda una vida.
En esta oportunidad, te damos 5 consejos imprescindibles para viajar en avión con tu bebé.
Una pregunta que suele preocupar a los padres primerizos cuando van a viajar en avión con un bebé por primera vez es el tema de la comida y líquidos para alimentarlo. Sabemos que aduana prohíbe el paso de alimentos abiertos, así como también de más de 100 mL de líquidos… sin embargo, un lactante necesita mucho más que eso para alimentarse durante el tiempo que dure el viaje. Y empiezan las preguntas: ¿Me van a quitar la leche de mi bebé?, ¿Cómo es la forma correcta de pasar su comida?...
Es importante saber que la restricción de no poder pasar con líquidos, botellas o medicinas suele ser menos estricta cuando llevas un niño contigo, siempre y cuando respetes las cantidades razonables, que significa que idealmente la cantidad de comida que lleves sea la que el bebé necesitará para el viaje (y un poquito más en caso de que haya atrasos, pero sin exagerar).
Lo recomendable es que empaques por separado la fórmula (ya dispensada de acuerdo con la cantidad de tomas de leche que hará el bebé), la leche materna extraída y el agua para mezclar el polvo (aunque esta también puedes comprarla embotellada luego de pasar aduanas).
Una vez llegues a la inspección, pon en una bandeja separada todo lo que sea alimentación del bebé e indica a uno de los guardias lo que llevas para él. De más está decir que el bebé debe estar viajando contigo… Los encargados inspeccionarán las cosas, las verán por unos escáneres y les pasarán unos pequeños paños para descartar que haya sustancias tóxicas o drogas en la comida.
Por regla general, lleva un 50% más de lo que necesitas. Por ejemplo, si el viaje durará 12 horas y en ese tiempo el bebé toma 3 mamaderas, lleva para 5 mamaderas. Si exageras y llevas un tarro de fórmula entero o toda la leche materna que has extraído desde que nació tu bebé seguramente te podrán problemas.
Lo ideal es, también, llevar algún tipo de certificado del pediatra que indique la cantidad de mamaderas que toma el bebé, que alimentos necesita e incluso las boletas de compra del producto alimenticio si las hubiera.
2. Compra agua luego de pasar por la revisión de la policía.
Aunque puede haber excepciones en la que, si llevas tu agua en envases propios, junto con la leche y la fórmula, te dejen pasar todos los líquidos, en general es común que tengas que deshacerte del agua al pasar por el puesto de policía.
Por esto, siempre es recomendable que, si vas a comprar una botella de agua para poder mezclar el polvo de la fórmula posteriormente, comprar la misma en los puestos que estén después del chequeo de policía internacional, ya que estas compras no tendrás ningún problema en ingresarlas contigo al avión.
Hay quienes dicen que los bebés no pueden consumir agua mineral ni purificada. Esto es un mito pues antiguamente estas aguas tenían, efectivamente, muchos minerales. Puedes asegurarte mirando en la etiqueta que contenga menos de 200 mg de sodio por litro y menos de 250 mg de sulfato por litro.
3. Lleva todas las mamaderas necesarias para cada una de las tomas.
Arriba del avión será imposible lavar las mamaderas, pues el agua de los baños no es potable ni segura y el agua que entregan los tripulantes está completamente reservada para el consumo de los pasajeros.
Debes llevar las mamaderas suficientes para asegurar todas las tomas en el vuelo.
4. Calentadores de mamadera portátiles
Si hablamos de buenos consejos para viajar en avión con niños (y a cualquier lugar que vayas) es tener contigo un calentador de mamaderas portátil. Y mejor aún si es un Warmly y puedes elegir entre 4 temperaturas para el agua o leche materna de tu bebé. No tendrás ningún problema al subirlo al avión pues su batería está integrada, solo preocúpate de cargarlo en casa, ponlo en tu cartera y listo. Estamos seguras de que será el nuevo mejor amigo de tu maternidad.
5. Planifica si habrá de la leche que toma tu hijo en destino, si no lleva en bodega la suficiente para el viaje.
Algo importantísimo es que pasara una vez llegues a destino. Cambiar de fórmula para un bebé que toma una marca específica puede no ser algo fácil, por lo que la recomendación es siempre llevarla desde casa.
En estos casos, los tarros deben viajar con el equipaje de bodega y bien protegidos en el centro de la maleta para que no sufran de golpes o cambios bruscos de temperatura. Lleva envases cerrados de fábrica, los envases abiertos pueden ser retenidos por aduanas por motivos de seguridad… E idealmente ten contigo una receta médica que indique el tipo de fórmula que toma tu bebé y la boleta de compra del producto.
Lleva lo suficiente (y un poco más…) para todo el tiempo que estarás fuera de casa.
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